26 abr 2011

TURRA

Detesto la incompetencia femenina.
Pero si hay algo que me revuelve las tripas, es la incompetencia masculina.
Tengo un compañero de trabajo que no soporto.
Él lo sabe, se me nota. MUCHO. Hace que trabaja, la dibuja, verdulea, mientras te tira el fardo que te estalla en la espalda como un piano lanzado de la terraza del edificio Kavanagh. Intento no dirigirle la palabra. Lo evito, lo estigmaticé como un pelotudo. Pero el me gana, es un forro que “se hace el boludo” PORQUE SE DA CUENTA. Es Dark Vader disfrazado de Drupi. El sabe que la unica manera que tiene de vengarse, de fastidiarme, es persiguiéndome. Me la está haciendo difícil. Está pegado como chicle en la nuca. Pegajoso. Imposible de extirpar. 


Chicle:
-Qué haces esta noche, salis?

Quemada:
-No, es LUNES...y trabajamos el fin de semana, estoy muerta.

Chicle:
-Tenés novio o alguien que te espere cuando llegues a casa?

Quemada:
-No.

Chicle:
Entonces, estas probando a varios muchachos?

Quemada (mirada fulminante): 
¡¡¡¡¡¡¡????????!!!!!! No te pienso contestar esa pregunta.

Chicle (queriendo arreglar el moco):
Jejeje, era un chiste

Si el pibe me caía bien por laburador, le retrucaba con otro chiste:
-Sí, no dejo muñeco sin cabeza.
Pero con éste me sale la turra de las entrañas.

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