Mientras en una fiesta vemos de lejos los intentos desesperados de una Señorita por aproximarse a un Desinteresado Cabellero, una joven se aproxima y, analizando la situación, se despacha con lo siguiente:
Se busca caja de 6 de marcadores Fabercito y/o caja de lapices de colores para pintar la realidad un poco más linda, de colores brillantes, y alegría... fácil-fácil como cuando eramos chicos y la mayor preocupación era ser la mancha en la mancha cadena.. Se aceptan también crayones a la cera, tizas, y temperas. Tinta China, abstenerse.
Supone que esa idea se me cae, y de ahí escribo algo.
Supongamos…
Supongamos que eso que escribo esta bueno, algo medianamente digno, algo que- en un criterio general- posee un cierto grado de originalidad. Continuamos con el hipotético…
Hipotéticamente entonces eso que esta escrito gusta, otros comparten ese criterio, y tiene cierto grado de repercusión.
Imaginemos…
Imaginemos, entonces, que tiene cierto grado de aceptación, que fomenta la repercusión y llega alaSedeCentralde Las Cosas Copadas Que Están Escritas, Son Aceptadas y Tienen Repercusióny deciden que eso que escribí posee ese cierto grado de originalidad anteriormente mencionado por lo que merezco ser reconocida.
Deliremos…
Ese reconocimiento se hace público, caen medallas, besos, muchachos, monedas de chocolate y una lluvia de papel picado metalizado en cámara lenta que hace que todo sea feliz, alegre y brillante… Soy una mujer consagrada, realizada y feliz…(¿?)
Pero…
En cambio, estoy con la hoja en blanco y ese cursor titilante a ritmo de fusil FAL directo al cerebro que no me deja pensar en nada original ni repetido (ni robarme una idea me sale) más que mi común, minúscula e insignificante existencia y en lo estúpida que fui cuando le dijeEsta todo bien, quedemos como amigos a el ultimo infeliz con el que estuve y que me dejó como todos los infelices anteriores y ahora me lo tengo que fumar con laNueva Tilingacon la que sale en cuanta reunión de amigos comunes tengo. Y para colmo no puedo ni siquiera cortarme las venas con el borde de esta puta hoja en la que no puedo volcar ni una idea pedorra porque es una hoja virtual de procesador de texto; o al menos como ultimo recurso hacer de mi suicidio virtual una pieza original digna de estudio en Filosofía y Letras por otras minitas insignificantes y estúpidas como yo que, en vez de hacer terapia, se meten 5 años a estudiar una carrera para darse cuenta al final que tienen el complejo de Edipo mal resuelto.